Ya no faltaban palabras para demostrar el deseo que sentían el uno por el otro. Pilar entró en el salón con los ojos vendados, tal y como decía la nota que había en la entrada. Escuchó un movimiento y lentamente escuchó como subía el tono la Boy with a coin, de Iron & Wine.
Sonrió, era su canción favorita.
Unas manos le quitaron la chaqueta, ella bajó de sus tacones y se dejó llevar. Esas mismas manos la agarraron, y pronto apareció un cuerpo frente a ella. Bailaron suavemente y al rato acabaron ambos tumbados en el sofá, Pilar se había quitado el pañuelo que la cubría y miraba a Jaime. Ninguno de los dos hablaba, se decían todo entre miradas, caricias, sonrisas.
Acabó el disco y sonó el horno: ¿Jaime cocinando?. En los 9 meses que llevaban viviendo juntos había sido Pilar la ama de casa. Le extraño todo esa noche...
La mesa estaba puesta y se sentaron a cenar. Pollo asado con patatas, la comida favorita de ambos... no tenían muchas cosas en común, pero ésta era una de ellas.. La cena transcurrió rápida, ninguno de los dos tenía mucha hambre y pronto acabaron llenos. Se tumbaron en el sofá a ver una película. Según su lista, hoy tocaba Desayuno con diamantes, de Audrey, así que sacaron un helado de vainilla y así acabaron la noche, con la cabeza de Pilar en el pecho de Jaime, mientras éste le daba caricias en el brazo.